sábado, 13 de octubre de 2012

el amor lo vence todo


Poema a las Memorias A Camilo
Mi tributo final a las Memorias A Camilo
Este poema sale de mi corazón directamente, es un escrito que le quiero dedicar a mi padre, a quien conocí gracias a sus Memorias a Camilo, sólo quiero advertir al lector que no contiene ni siquiera una insinuación sexual, porque es lo que un hijo le dice a su padre después de que este le ha puesto su vida en las manos… es un poema que se rige por las reglas actuales de composición; que omiten la rima y la métrica, limitándose al ritmo nada más, pero que no por eso carece de cierta música y que, espero, exprese mis sentimientos, desde la primera memoria a la última:

Poema a las Memorias A Camilo
Amor omnia vincit
Padre mío, padre mío, 
¿dónde habías estado?
¿Dónde, dime dónde?  
¿Acaso habías olvidado a tu hijo?          
¿O simplemente desconocías su existencia?

Es imposible, impensable que me ignoraras adrede,  
ha de ser una terrible confusión, pero de repente,        
me encuentro un escrito fabuloso,        
“Memorias a Camilo” es su título,

Una autobiografía, el tipo de literatura que más me gusta,       
pincho el link para ver lo que hay y,    
¡oh sorpresa!, es la historia de un chico,            
un chico que sabe lo que es sufrir, pero que no ignora lo que es amar,

No, no ignora lo que es amar, ni lo que es perderlo todo por amor,    
no lo puedo creer, es lo mejor que he visto en mi vida,               
una verdadera autobiografía salida del corazón,        
una vida que no teme contar hasta el menor de sus secretos,

Comento, no puedo evitarlo, comento de golpe los ocho capítulos      
ocho capítulos que me he encontrado de una,
una cosa maravillosa: el autor me contesta,    
no hay mayor alegría, ¡el chico se ha molestado en conocerme!

Ya vamos por el capítulo quince y él publica una trilogía,        
una trilogía de esas que publica para desahogarse,   
una llamada “Bajo Presión” y me incluye, ¡oh alegría!

Me da un nombre nuevo, “Anderson” es mi nuevo nombre,    
Anderson, el hijo de Andrés, inconscientemente, tal vez,          
pero me llama “hijo”, entonces rompo esquemas y le llamo “papá”     
años ha que no uso esa palabra, pero adquiere un sentido nuevo

“papá”, él me ha dado nueva vida,       
me ha sacado de mi depresión, de mi sinsentido,          
ahora hay una luz en mi vida, 
después vino otra trilogía, “San Andrés”,         
en ella fuimos protagonistas y nos juramos amor eterno,

Pensar que yo leía esta página simplemente buscando material para una paja,             
pero, ¡oh destino!, cruel a veces, magnánimo en otras,               
reservado me tenía un padre, dos hermanos, tres hijos y toda una familia,      
una familia a la que amo con locura, pero una figura a las demás se impone,  
papá, mi primera palabra al despertar, mi primer pensamiento es sólo para ti,

Ahora has terminado tus memorias,   
pero eso no indica el final de tu vida,  
mucho has cambiado desde que empezaste a contarla,            
es impresionante, pareces otro,

Ya no eres el chico tímido,        
un escudo que sólo se defendía,             
no, ahora eres todo un paladín, escudo para quien lo necesite,              
guerrero fiero al defender a tu familia,

Hombre valiente que no teme a nada,
hoy tu hijo te canta, no porque hayas muerto,               
sino porque tienes nueva vida y me has concedido el honor,  
el gran honor de ser parte de tu vida,

no sin penas, no sin sufrimientos,         
pero no estás solo, no, tu hijo  
ha de luchar junto a ti contra el mundo,            
sin miedo a nada, sin odios ni secretos,

Has enseñado a tu hijo a parar incluso los golpes más duros del destino        
y hoy tu hijo te lo agradece en torpe poema del corazón nacido          
por eso estas líneas escribo, para que a nadie le pase desapercibido 
que entre nos habita el más valiente de los hombres, el más feroz guerrero  
caballero valiente dispuesto a todo, a amar hasta la muerte,
a morir por amar, no sólo a Álex, Daniel o Felipe, sino también a los suyos.

Álex, noble guerrero que te mostró el amor que mata,               
Daniel, valiente luchador que te enseñó a pelear contra el destino,     
Felipe, primer amor jamás olvidado, pasajero pero selló tu vida,         
tres hombres que te forjaron como el gran hombre que eres,

Pero no se quedaron contigo por siempre, te moldearon y se fueron,
uno ha de volver, tu gran amor no te abandonará,     
como no han de hacerlo tus verdaderos amigos,          
de ellos, tu hijo el primero, como portabandera del amor

Amor que lucha, amor que se levanta después de ser herido,  
amor que nunca se rinde y por eso verdadero,              
amor que vence el destino y la muerte,              
amor que renace de las cenizas del fénix.

Papá, te amo, no tengo más para decirte,         
porque de querer continuar,   
nos ha de hallar la muerte       
sin poder acabar.


Tuyo por siempre,
Anderson Antonio.

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